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La importacia de los nombre de las mutaciones.

Los nombres de las mutaciones.

Aunque el artículo que sigue a continuación, trata sobre los nombres de las mutaciones de los agapornis, creo que es un tema que como podemos comprobar cada dia (sobre todo con el uso de internet) afecta a varias especies de psitácidas.

Personalmente, si he comprobado que en el mundo de las Ninfas (
Nymphicus Hollandicus) es habitual encontrarnos con nombres en castellano de ciertas mutaciones "mal traducidos o mal utilizados" llevando a la confusión a los que comenzamos a aficionarnos a esta especie; sin contar los diferentes nombres de algunas mutaciones que se dan en distintos paises, que no sabemos muy bien cual seria su equivalente al español. Sin contar con que algunos de estos nombres de mutaciones, pintan mas, como nombres "comerciales" que una base realmente científica.

Sería estupendo, poder llegar a un consenso, como parece ser, que se ha logrado con los agapornis.



Fuente: Agapornis
Autor:
Dirk Van den Abeele



Los nombres de las mutaciones de los agapornis (y de las mutaciones de otras psitácidas) han sufrido una revolución en los últimos años. Para entenderlo mejor tenemos que echar la vista atrás. Hace unos años cada organización y cada país tenían sus propios nombres para las mutaciones. Si tenemos en cuenta la cantidad de idiomas distintos que se hablan en Europa podemos ver el gran número de nombres que se utilizaban. Pueden imaginarse que el intercambio de información sobre mutaciones era bastante confuso.


Hay una explicación sencilla para ello, más que trabajar juntos de forma constructiva e intercambiar información, las organizaciones se consideraban rivales y trabajaban unas contra otras en vez de hacerlo conjuntamente. Para los verdaderos aficionados a los aga
pornis suponía un desastre, no había nada que pudieran hacer para parar las peleas y ellos eran las víctimas. Así que se tuvo que poner remedio de manera urgente.

Afortunadamente la BVA (Sociedad Belga de Agapornis) lo reconoció y en 1997 enviaron invitaciones a las distintas organizaciones pidiéndoles que se sentarán ju
ntos e intentaran establecer una nomenclatura uniforme, aunque estaba claro desde el principio que no se podría juntar a todas las partes en una mesa.

Por suerte, reinó el sentido común y el 21 de marzo de 1998 varios representantes de diferentes federaciones fueron recibidos en Serskamp (Bélgica) para empezar a trabajar. Todas las delegaciones acordaron que lo mejor para los intereses de esta afición y sus aficionados era establecer un método uniforme de designación para los agapornis. Ya que era necesario encontrar nombres con una base sólida, se eligieron basándose en el bagaje genético y la estructura de la pluma. Si había mutaciones que ya se habían descubierto en otras especies de psitácidas entonces se adoptarían esos nombres. Después de una tres horas todos llegaron a un acuerdo y se decidieron los
nombres holandeses.

Poco después la MUTAVI grupo de asesoramiento e investigación, comenzó a analizar las nuevas mutaciones de agapornis. Dada la nueva información disponible era necesario hacer algunos ajustes. Los aficionados lo aceptaron sin problemas y sus reacciones fueron muy positivas ya que suponía facilitarles las cosas. Siempre ha habido detractores pero en cuento vieron la utilidad de este sistema, se incrementó el uso de estos nombres. Era útil no sólo para la denominación en los concursos sino también para los artículos en las revistas. Finalmente todos hablábamos el mismo idioma y teníamos los mismos nombres para las mutaciones. ¿Cómo no se nos ocurrió antes?


Hasta ese momento no nos habíamos dado cuenta de qu
e las diferencias lingüísticas eran un verdadero problema al contactar con organizaciones extranjeras. Sin embargo, en ese momento la comunicación con dichas organizaciones era muy limitada y pensamos que lo correcto era traducir nuestros términos al inglés. Sin embargo, la realidad era bastante diferente. Parecía que los términos en inglés que se empleaban en distintos paises eran completamente diferentes unos de otros. Por ejemplo, los nombres que se usaban en Inglaterra eran distintos de los que empleaban en Nueva Zelanda y Australia. No había una solución clara todavía pero tampoco era muy urgente ya que los contactos internacionales seguían siendo muy limitados.

Entonces todos conocimos internet. Este moderno medio de comunicación nos aseguraba que la información estuviera al alcance de todo el mundo s
ólo pinchando con el ratón. El 12 de julio de 1999 Terry Martin, un veterinario autraliano y criador de aves estableció el grupo "Genetics-psittacine" en internet. Su intención era permitirle a un pequeño grupo de personas intercambiar información sobre la genética en la cría de aves, pero muy pronto se tuvieron que enfrentar a las fronteras lingüísticas.

La popularidad de este grupo superó todas las expectativas y aunque no era su intención en un principio, el grupo siguió creciendo. Mientras tanto La MUTAVI le transmitía los resultados de sus análisis de las distintas mutaciones. Se hizo evidente muy pronto que era necesario establecer unas normas para designar las mutaciones. Lo que estaba ocurriendo hasta ahora era bastante increíble ya que ciertos términos se empleaban a veces para mutaciones totalmente distintas. Lo que era la mutación A en una especie podía ser la mutación B en otra.

La consecuencia de criar pájaros durante decen
ios sin intercambiar ideas o información se hizo patente. Todo el mundo estaba convencido de que había que desarrollar un sistema que permitiera nombrar a las mutaciones según un sistema claro. Después de algunas consideraciones e intercambios de ideas se acordó que había que considerar los procesos que rodean a los pigmentos en el interior de la pluma y al patrón genético del individuo. Se consiguió la uniformidad y poco a poco se creó un sistema basado en un modelo lógico. Terry Martin publicó con el título: "Agreed system for naming colour morphs to be used across species of parrots and internationatly when discussing genetics" (Sistema establecido para la designación de los morfos de color en las especies de psitácidas y su utilización internacionalmente en genética).

La lista contenía una serie de reglas lógicas que con
el paso del tiempo se ampliaron al llegar a posteriores acuerdos.

Me gustaria señalar las siguientes:

  • Se debe nombrar a los agapornis por su nombre científico ya que los distintos nombres en inglés son confusos y la mayoría de los criadores conocen los nombres científicos.
  • La abreviatura SF y DF se utiliza para señalar el factor simple y el factor doble en mutaciones dominantes.
  • Ya que se conocen dos tipos de ino, es decir, ino ligado al sexo y recesivo, los indicaremos como ino NSL (no ligado al sexo) para el recesivo e ino SL (ligado al sexo) para el ino ligado al sexo.
  • Para las mutaciones dominantes ligadas al sexo utilizaremos SL SF y SL DF.
  • No se utilizarán nombres distintos para un fenotipo originado mediante la combinación de dos o más mutaciones diferentes en un pájaro.
  • Se indicarán las combinaciones de los entrecruzamientos escribiendo las mutaciones básicas con guión, por ejemplo, canela-ino u opalino-lutino.
  • Las combinaciones causadas por alelos múltiples se indican escribiendo ambos nombres de las mutaciones básicas una al lado de la otra, por ejemplo, PastelIno. Las primeras letras de las mutaciones van en mayúscula: Pastel e Ino.
  • Factores oscuros: la mayoría de los países emplean verde, verde oscuro y verde oliva, pero otros utilizan otros términos. Por ejemplo era difícil para un principiante entender por que se utilizaba malva para designar a un pájaro con dos factores de oscuridad. Daba la impresión errónea, como si se tratase de una mutación aparte no era más que la combinación de dos factores de oscuridad añadiendo una D mayúscula o DD al nombre básico de la mutación: verde, verde D (un factor de oscuridad), verde DD (dos factores de oscuridad). La ventaja de este sistema es que se puede utilizar con verde, azul y cualquier otra mutación básica.
Se acordó también el nombre de ciertos locus. La regla es que si un nombre aceptado internacionalmente se utiliza, se adoptará. Si se conocieran diferentes nombres o el nombre no cumpliera la normativa indicada posteriormente, la MUTAVI entraría en acción. Los análisis de las plumas mostraban lo que ocurría exactamente en la pluma y en este caso de mutación se contemplaba en la literatura científica. Si así era, se adoptaba el nombre apropiado.

Este método tuvo mucha repercusión internacionalmente, sobre todo en Europa, donde muchas personas comprobaron la importancia de estas normas. No se debe olvidar que se hablan una gran cantidad de idiomas distintos en un área relativamente pequeña de Europa. Tampoco debemos olvidar que este sistema se puede emplear para casi todas las especies de psitácias. En Holanda y Bélgica, la
MUTAVI realizó análisis a otras especies de psitácidas como por ejemplo a las Cotorras de Kramer, los Forpus, las Neophemas, etc. Sin embargo ya que había nombres que sólo se podían utilizar para ciertas especies, todos los representantes de los comités técnicos de las organizaciones de agapornis se volvieron a reunir. Tras algunas consideraciones decidieron que los términos específicos para agapornis se sustituirían por los términos internacionales existentes. Era la única forma de unir a los agapornis con todas las demás especies. Todas las organizaciones representaban un total de 150.000 miembros que por supuesto llmaron mucho la atención en otros clubes europeos.

En el años 2002, Terry Martin publicó su libro "A Guide to Colour Mutations and Genetics in Parrots" (Guía de las Mutaciones de Color y la Genética en Psitácidas)
que fue un gran éxito y expresaba la idea de mantener los términos internacionales por lo que se hizo todavía mas popular. Aunque ni la MUTAVI ni el grupo Genetics-psittacine pretendían crear la base de un sistema global, muchos criadores y organizaciones creyeron que era un buen sistema y lo adoptaron. Es bastante lógico ya que cualquiera con un poco de sentido común verá las ventajas del sistema. Básicamente, cualquier pais es libre de usar sus propios nombres para las aves, sin embargo algunos utilizan sus propios nombres pero emplean este sistema para los contactos internacionales como una especie de "esperanto aviar".

La BVA, Sociedad Belga de Agapornis, fue la primera en introducir la nomenclatura inglesa con estos términos en la exposición internacional de 2002. Esta iniciativa tuvo buena acogida internacionalmente y tuvo sucesores: los portugueses están intentando establecer un club de agapornis nacional y afirman que usarán estos términos para los contactos internacionales. El club de los agapornis inglés también está considerando adaptar sus términos en inglés a esta lista. Incluso los franceses están usando este sistema. El idioma que se decidió elegir para estos términos internacionales fue el inglés. Gente de otras lenguas no debería verse tentada a traducir estos términos a sus idiomas, ya que la traducción del inglés al francés o el holandés por ejemplo, nos llevaría de vuelta a donde empezamos. Si aparecieran nuevas mutaciones de agapornis se les daría el nombre internacional y no tendrían nombre en otro idioma. Puedo asegurar que es una base sólida para el futuro y que por fin tenemos una perspectiva general del tema, motivo por el cual he elegido utilizar los términos internacionales en este libro.












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